Fortalezas y debilidades en la dirección de personas

Ser mando no es fácil, pero puede ser estimulante y enriquecedor. Veamos algunas de las fortalezas y debilidades que subyacen en el complejo papel del mando.

Las fortalezas del mando:

• Posición centralizada en los flujos de información: la mayoría de las informaciones trancendentes pasan por el mando.

• Capacidad de influencia: por su posición formal en el organigrama, el mando no sólo tiene la capacidad de influir en los comportamientos de otras personas sino que tiene la responsabilidad de hacerlo.

• Dependencia: del mando dependen muchas personas de la organización, no sólo las que integran su equipo.

• Perspectiva: las relaciones del mando se articulan en varias direcciones, lo que le permite tener una visión privilegiada de los problemas y sus causas.

Pero paradójicamente estas fortalezas también pueden convertirse en fuente de debilidad.

Las debilidades del mando:

La posición centralizada en los flujos de información puede derivar en:

• Exceso de datos: la información trascendente a veces se pierde.

• Datos que llegan sin interpretar y que el mando debe traducir a un lenguaje operativo.

• Saturación por peticiones de información constantes al mando.

La capacidad de influencia del mando, se ve limitada en situaciones como:

• Disminución del poder formal del mando (capacidad de premiar y sancionar).

• El uso de la influencia a veces se vuelve contra el propio mando cuando ésta no se ha usado correctamente (influir para el propio provecho).

• Algunos mandos infravaloran su poder y otros lo supravaloran, lo que lleva a comportamientos de “marionetas” o “tiranos”.

La dependencia de la que goza el mando no siempre es positiva ni tampoco real:

• Algunos mandos creen que esta dependencia les hace imprescindibles.

• Si no se tiene claro lo que es dependencia se puede acabar por creer que uno es responsable del trabajo de todos los demás.

La perspectiva de la que goza el mando también puede tener su punto débil, y es que su perspectiva no deja de ser una pequeña parcela dentro de la organización, y corre el riesgo de interpretar todo lo que ocurre a su alrededor a través de lo que ocurre en su área.